Cómo Negociar tus Contratos Discográficos + Checklist de Regalo!

Cuando vas a realizar un acuerdo con una empresa discográfica o incluso si tenés que hacerlo con otro tipo de personas o compañías, debés tener bien en claro tus objetivos artísticos y personales con dicho acuerdo.

Una vez firmado, deberás comenzar a cumplir con las obligaciones que te tocan y permitir que los tiempos demuestren que también del otro lado se está cumpliendo (o no) con las obligaciones legales.

No subestimes ningún paso. En la industria actual, no alcanza solo con que tengas un puñado de lindas canciones. Estas llevaron trabajo, entonces los detalles organizativos y estratégicos marcan la diferencia entre un lanzamiento exitoso y uno que pasa desapercibido.

Veamos cómo echar luz sobre el asunto de los contratos discográficos para que te puedas poner al día y luego revises el checklist que preparé para que puedas usarlo como guía práctica para leer y entender los contratos de forma responsable y evitar errores comunes que después salen caros.

¿Qué es un contrato discográfico?

Un contrato discográfico es un acuerdo legal entre un artista o banda y una discográfica, editora o empresa que establece los términos bajo los cuales la música del artista será producida, distribuida, promocionada y monetizada.

Parece simple, ¿no? Pero no lo es. Porque lo que esté escrito ahí puede marcar el rumbo de tu carrera… o frenarla por completo.

¿Qué tipos de contratos existen en la industria musical?

Acá te dejo los más comunes:

Contrato de grabación tradicional

  • El sello financia la grabación, mezcla, mastering y distribución.
  • A cambio, suele quedarse con la propiedad de los másters.
  • El artista recibe un adelanto (recoupable) y un porcentaje de las regalías por ventas y streams (normalmente entre el 10% y 20%).
  • Puede estar firmado por un número de álbumes o por un número de años.
  • Muchos incluyen cláusulas que obligan a entregar cierto número de temas o discos.
  • Presupuesto e inversión en marketing musical.
  • Acceso a canales de distribución y contactos.
  • Pérdida de control sobre tu música.
  • Puede bloquearte si querés lanzar música por tu cuenta.

Contrato 360º

  • El sello participa en todas tus fuentes de ingreso: streaming, shows en vivo, merchandising, publicidad, sincronizaciones, patrocinios, YouTube, TikTok, etc.
  • A veces trae equipos grandes de marketing.
  • Puede facilitar la internacionalización.
  • Cede mucho más que solo tu música.
  • Si no hay trabajo real por parte del sello, te quedás sin control ni resultados.
  • Dificulta la independencia a futuro.
  • Para considerar solo si el sello te ofrece inversión y trabajo real en todas esas áreas.

Licencia

  • Le das al sello/distribuidor el derecho de explotar comercialmente tu máster, pero vos seguís siendo el dueño.
  • Se acuerda un porcentaje de las ganancias para cada parte.
  • Tiene un plazo limitado (por ejemplo, 5 años).
  • Conservás tus derechos de propiedad.
  • Podés negociar una mejor re-licencia en el futuro.
  • Si el sello no trabaja activamente tu música, perdés tiempo.
  • El porcentaje de ingresos puede variar mucho según tu poder de negociación.

Distribución

  • Una empresa (como DistroKid, CD Baby, Tunecore, Ditto, Amuse) sube tu música a las plataformas.
  • Vos pagás un fee anual (ejemplo, $22.99) o dejás un porcentaje bajo (ejemplo, 9% de regalías).
  • Mantenés todos tus derechos.
  • Libertad total.
  • Ideal para artistas que manejan su propio plan de marketing musical.
  • Pagás por servicio, no por porcentaje de tu carrera.
  • No incluye promoción.
  • No hay equipo detrás (salvo que armes uno).
  • Sos responsable de todo.

Management

  • Un manager se compromete a desarrollar tu carrera y cerrar oportunidades.
  • Cobra un porcentaje (normalmente 15% al 25%) de todos tus ingresos.
  • Debería encargarse de contactos, negociaciones, planificación estratégica.
  • ¿Qué tareas concretas tiene que cumplir?
  • ¿Puede firmar en tu nombre?
  • ¿Tiene exclusividad? ¿Por cuánto tiempo?

Sincronización

  • Le das permiso a una agencia, sello o distribuidora para buscar oportunidades comerciales con tu música.
  • Cada sincronización debe negociarse por separado.
  • No puede obligarte a aceptar cualquier uso.
  • Debe especificar el tipo de medios, duración y territorios.

Joint Venture (asociación)

  • Vos y el sello (o un productor, inversor) se asocian temporalmente para lanzar un proyecto en conjunto: un álbum, una gira, un sello nuevo, etc.
  • Ambas partes aportan recursos: dinero, trabajo, infraestructura, contactos o propiedad intelectual.
  • Los ingresos se reparten según lo que cada uno haya aportado y lo que se acuerde.
  • Vos ponés las canciones y tu marca.
  • El otro socio pone la inversión, el equipo de marketing, el contacto con los medios.
  • Al terminar el plazo, cada uno vuelve a su lugar o se renegocia.
  • Mantenés un nivel alto de autonomía.
  • Ideal para crear tu propio sello con aliados.
  • Necesitás tener mucha confianza y claridad.
  • Si no hay reglas bien escritas, puede haber conflicto.
  • Si uno no cumple su parte, el proyecto entero sufre.

¿Por qué es tan importante entender esto?

Porque un contrato es un acuerdo con valor legal. Si firmás sin entender, después no podés alegar que no sabías lo que estabas haciendo. Los contratos son tan viejos como la sociedad misma.

Es importante conocer este ámbito porque muchos artistas independientes firman desde la urgencia, sin plan, sin objetivos. ¿Cómo creés que puede salir eso?

¿Quiénes deben involucrarse en un acuerdo discográfico?

  • El artista (obvio)
  • El representante o manager (si lo hay)
  • El sello (con figura legal registrada)
  • A veces un abogado, un productor ejecutivo o un socio inversor

Todos los que estén implicados en la música o en la inversión deben aparecer en el contrato. Si alguien no está, no tiene derechos ni obligaciones.

¿Qué áreas de tu carrera quedan afectadas por un contrato?

Un contrato discográfico bien redactado puede tocar muchas de tus áreas:

🎧 Másters (quién es dueño de las grabaciones)
✍️ Publishing (derechos de autor y editoriales)
🎬 Sincronizaciones (uso en películas, series, publicidades)
💸 Merchandising (si hay cláusula 360)
🎤 Presentaciones en vivo
📱 Redes sociales e imagen pública

¿Cuánto dinero me corresponde?

Uno de los aspectos más importantes (y más confusos) de cualquier contrato discográfico es el dinero. Lo que realmente vas a cobrar depende de varios factores: tu porcentaje de regalías acordado, los ingresos que genere tu música (si es que se cumplen las expectativas u objetivos) y si existen adelantos o recuperos de por medio. En los contratos tradicionales, los artistas suelen recibir entre un 10% a un 20% de los ingresos generados por las grabaciones (másters), aunque ese porcentaje se calcula después de descontar gastos promocionales, adelantos y costos de producción. Sí, el beneficio suele ser del otro lado.

Además de las regalías por ventas o reproducciones, también podés negociar ingresos por sincronizaciones (uso de tu música en series, películas o publicidad), presentaciones en vivo y merchandising, en especial si firmás un contrato 360°. Lo importante es que todo esto esté bien especificado en el contrato, con cifras claras y sin ambigüedades. Si no está por escrito, no existe.

¿Cuándo se establecen los pagos?

Los contratos deben establecer claramente cada cuánto vas a cobrar. Lo más común es que los sellos liquiden regalías de forma trimestral, semestral o anual. Aunque algunas distribuidoras digitales lo podrían hacer mensualmente, no así lo podrían hacer los sellos. Es fundamental que el contrato indique también cómo recibirás los resúmenes de liquidación. Esto incluye: un desglose detallado de ingresos, reproducciones, territorios y deducciones o gastos aplicados.

Ojo con los “recoupables” (recupero de adelantos). Si te dieron un adelanto, el sello tiene derecho a recuperar ese dinero con lo que tu música genere. Eso significa que, hasta que se recupere esa inversión, no vas a ver ingresos, por más que tu canción esté sonando. Siempre pedí que ese proceso esté explicado con números y plazos.

Para más información sobre posibilidades de adelantos, podés ingresar en SoundRoyalties.com.

Duración de los contratos

Lo recomendable es negociar plazos razonables y exigir la posibilidad de revisión del contrato al finalizar cada ciclo o lanzamiento. También es importante definir qué pasa si el contrato finaliza antes de lo previsto, o si alguna de las partes no cumple con lo pactado y se debe rescindir (con o si penalidades).

Los contratos discográficos pueden tener una duración establecida en meses o años, pero también en número de lanzamientos. Por ejemplo, un contrato puede decir “3 años con opción a renovar”, o “3 álbumes” sin importar cuánto tiempo te lleve grabarlos y producirlos. Algunos acuerdos incluyen cláusulas de extensión automática si el sello lo desea, lo cual puede mantenerte atado incluso si no estás conforme con el trabajo que hacen.

Propiedad de los derechos de las canciones

Este es uno de los temas más delicados: ¿quién es dueño de la música? En los contratos tradicionales, el sello suele quedarse con la propiedad del máster, es decir, de la grabación. Vos podés seguir siendo autor o compositor (eso no se pierde), pero no podés hacer lo que quieras con la grabación sin autorización del sello. Esto también lleva a información confusa cuando existe un beatmaker de por medio, quien es dueño de la producción y/o del fonograma final (si él también lo produce, mezcla y masteriza).

Algunas opciones más modernas, como los contratos de licencia o distribución, te permiten retener el 100% de la propiedad y simplemente ceder el derecho de explotación por un período específico. Esto te da mayor control a largo plazo, sobre todo si tu carrera crece y querés renegociar condiciones.

Obligaciones de los artistas

En el contrato, también se establecen tus compromisos como artista. Por ejemplo, cuántos discos o canciones debés entregar, cuándo, de qué calidad técnica o artística y hasta de qué valor cultural. También podés tener obligaciones de promoción, entrevistas, giras o participación en contenidos de redes sociales si se trata de un acuerdo 360°.

Tenés que entender que si no cumplís con esas condiciones, el sello podría cancelar el contrato, retener pagos o incluso iniciar acciones legales. Por eso es importante que el contrato incluya cláusulas razonables que puedas cumplir sin comprometer tu salud ni tu libertad creativa.

Obligaciones de los sellos discográficos

Por su parte, el sello debe comprometerse a promocionar, distribuir y comercializar tu música en los canales acordados. Esto puede incluir campañas en redes, pitching a playlists UGC o editoriales, fabricación física (vinilos, CDs, si aplica), comunicación con medios (rotación, prensa) o planificación de shows en vivo o giras. También debe proveerte resúmenes claros y pagos en tiempo y forma, como te mencioné más arriba.

Lo importante es que estas obligaciones estén por escrito y no se dejen a la buena voluntad del sello. Muchos contratos son vagos y no garantizan nada más allá del derecho del sello a explotar tu música. Por eso, exigí que se describa qué harán por vos y en qué plazos, para poder medir si cumplen o no.

Lo que nadie te cuenta

Muchos contratos tradicionales te dejan con un 10% a 15% de los ingresos, incluso después de descontar gastos (sí, terrible). Y a veces ese porcentaje es “neto después de recupero”. Estas cosas pueden dejarte con nada durante años, muchas veces hasta endeudado.

Si tu relación con el sello se enfría y tenías firmados 5 lanzamientos, podrías quedar atado durante mucho tiempo, más del pensado. Y perdés el derecho a decidir sobre tu arte, tu estética, tus lanzamientos y tu futuro (como le sucedió a Paulo Londra).

Muchas veces, los contratos no dicen qué pasa si el sello no cumple, si vos querés salir o si te ofrecen un mejor trato en el futuro. Es una de las cosas principales que tendrías que chequear antes de firmar.

¿Qué oportunidades puede darte un contrato?

No todo es negativo. Un contrato bien negociado puede ser:

  • Un trampolín a nuevas audiencias (y más si te viralizaste por tu cuenta).
  • Un impulso económico si te ofrecen adelanto y producción (pero hay que devolverlo).
  • Acceso a equipos de prensa, distribución profesional, diseño visual.
  • Participación en playlists editoriales gracias al respaldo del sello (lo que todos quieren).
  • Acceso a posibilidad de sincronizaciones.

Pero para que eso pase, el sello tiene que cumplir su parte. Y vos tenés que tener claras tus condiciones desde el día uno. Además de tus obligaciones artísticas, claro está.

Checklist para tus contratos

Antes de firmar algo, tenés que tomarte el tiempo de leerlo con atención y con asesoramiento adecuado. Podrías marearte al intentar entender algunas oraciones que para vos significan algo y para el derecho significan otra cosa. Pero no te alarmes, hoy en día podrías incluso chequeralo con una I.A. como ChatGPT o DeepSeek y pedirle que te analice los puntos dudosos.

Pero, mientras tanto, te traigo la ayuda que necesitás con este checklist que te va a permitir poner el ojo en todas las partes importantes de un contrato (o sea, todas literal).

REVISÁ CADA PUNTO ANTES DE FIRMAR CUALQUIER ACUERDO.

🖊 1. Identificación y estructura legal

  • Nombre completo y datos de las partes involucradas
  • Título del contrato
  • Fecha de inicio y finalización del acuerdo
  • Naturaleza del contrato (licencia, cesión, distribución, management, etc)
  • Jurisdicción legal aplicable (país/ciudad que regula el contrato)

🖊2. Derechos y licencias

  • ¿Qué tipo de licencia estás dando? (máster, publishing, sincronización)
  • ¿Es una licencia exclusiva o no exclusiva?
  • ¿Hay cesión de derechos o solo autorización de uso?
  • ¿Qué duración tiene esa cesión o licencia?
  • ¿Qué territorios abarca? ¿cuáles se prohíben?

🖊 3. Representación y obligaciones

  • ¿La otra parte actúa como representante, distribuidor, sello o editorial?
  • ¿Qué tareas se compromete a cumplir (promoción, pitching, marketing)?
  • ¿Qué obligaciones tenés como artista (entregar contenido, responder a fechas, etc)?
  • ¿Cuántas canciones/materiales estás obligado a entregar?
  • ¿Quién registra las canciones?
  • ¿Qué códigos de producto se utilizan y de dónde se obtienen?
  • ¿Qué fecha de lanzamiento hay?

🖊4. Dinero, regalías e ingresos

  • ¿Qué tipos de ingresos están contemplados? (streaming, ventas físicas, sincronización)
  • ¿Qué porcentaje recibe cada parte?
  • ¿Es sobre los ingresos brutos o netos?
  • ¿Qué gastos se descuentan?
  • ¿Cada cuánto se realiza el pago?
  • ¿Cómo se calculan y presentan los resúmenes o informes?
  • ¿Cómo se hacen las liquidaciones? (transferencia, PayPal, cheque)
  • ¿Qué impuestos o comisiones se aplican?
  • ¿Hay adelantos? ¿Son reembolsables?

🖊5. Restricciones y condiciones especiales

  • ¿Podés firmar con otras personas al mismo tiempo?
  • ¿Te exigen exclusividad artística o de imagen?
  • ¿Podés tocar en vivo, subir contenido a redes, hacer colaboraciones?
  • ¿Qué limitaciones tenés durante el contrato?
  • ¿Hay cláusulas de confidencialidad?

🖊 6. Imagen, branding y redes

  • ¿Quién tiene control sobre tu imagen artística?
  • ¿Qué uso pueden hacer de tus fotos, logo, contenido en redes?
  • ¿Podés usar tu imagen para otros fines fuera del contrato?

🖊 7. Terminación del contrato

  • ¿Bajo qué condiciones puede terminarse anticipadamente?
  • ¿Qué penalidades hay si rompés el contrato?
  • ¿Qué pasa con la música ya publicada al terminar el contrato?
  • ¿Se renueva automáticamente?
  • ¿Qué ocurre si la otra parte incumple con sus obligaciones?

🖊8. Firmas y validez

  • ¿Están todas las firmas necesarias?
  • ¿El contrato incluye a todos los involucrado?
  • ¿Tenés doble copia en PDF o impresa del contrato firmado?

Leé todo con calma, pedí una copia para revisar y consultá con alguien de confianza o un abogado especializado en la industria musical.

NUNCA FIRMES NADA EN EL MOMENTO.


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