Con el auge de plataformas como Spotify, los métodos de consumo y descubrimiento musical se han transformado profundamente, y uno de los elementos que más ha influido en esta experiencia son las playlists.
Estas listas de reproducción personalizadas y temáticas se han convertido en una herramienta ampliamente utilizada en la promoción de artistas independientes y para la exploración de nuevos géneros, artistas y culturas musicales por parte de los usuarios.
Analizaremos en profundidad cómo funcionan las playlists en el algoritmo de Spotify y de qué manera los artistas pueden utilizarlas para ganar visibilidad y mejorar sus métricas en la plataforma.
¿Qué son las playlists y por qué son importantes?
Las playlists son listas de canciones organizadas bajo criterios específicos, como pueden ser géneros musicales, estados de ánimo, momentos del día, un artista en particular, un concepto o eventos, entre otras temáticas.
Estas listas pueden ser creadas por usuarios, curadores profesionales de la industria musical o generadas algorítmicamente, como es el caso de Spotify. En dicha plataforma, existen distintos tipos de playlists, como ser:
- Playlists editoriales: Curadas por el equipo de “expertos” de Spotify, estas listas incluyen temas seleccionados por su potencial y relevancia en el mercado, teniendo en cuenta los estándares musicales y/o culturales de la época. Listas editoriales populares como “Exitos Argentina” o “¡Viva Latino!” tienen millones de seguidores, lo que significa que una canción incluida en ellas puede alcanzar una audiencia masiva. Debido al exceso de información en internet, los artistas confunden el éxito con la desesperación por ingresar en estas listas, una sensación que yo no recomiendo para nada.
- Playlists personalizadas: Estas listas se generan de forma automática mediante los algoritmos de Spotify, que analizan el comportamiento de cada usuario en la plataforma, generando infinitas matrices de actividad e información. Basándose en factores como el historial de escucha, los likes, el skip-rate y los guardados de canciones, Spotify crea playlists personalizadas como Descubrimiento semanal, actualizada los lunes y Radar de Novedades, actualizada los viernes con música nueva. Estas playlists permiten a los oyentes descubrir y estar al tanto de música nueva o aún no descubierta de manera fluida y son una gran oportunidad para los músicos independientes que buscan expandir su audiencia, debiendo cumplir con determinados patrones para lograr exposición.
- Playlists de usuarios (UGC): Las listas generadas por los usuarios pueden tener un impacto importante, especialmente si el creador tiene un número considerable de seguidores. Unos cuantos curadores independientes han ganado popularidad en Spotify a lo largo de los años y su apoyo puede significar una exposición valiosa para los artistas. Sin embargo, recomiendo verificar la legitimidad de estas listas, ya que algunas utilizan bots para inflar sus métricas, lo que va en contra de las políticas de Spotify.
- Playlists de artistas: Los propios artistas pueden crear playlists en su perfil personal de Spotify y publicarlas en su perfil artístico, pudiendo emplearlo como estrategia para incluir tanto su música como la de otros artistas. Este tipo de listas ayudan en una especie de conexión más personal con los fans y son una herramienta útil para destacar sus lanzamientos más recientes. Además, Spotify genera de manera automática dos playlists en los perfiles de artistas: “This Is” y “Radio”, ambas potenciadas por el algoritmo y muy efectivas para mantener el interés del público, pero con una funcionalidad diferente.
Estrategias y consejos para artistas independientes
Aunque el proceso de inclusión en playlists puede parecer complejo, existen estrategias efectivas para mejorar las posibilidades de ser seleccionado en listas editoriales, personalizadas y de usuarios; entendiendo que en cada una la operatividad es diferente.
Veamos cómo optimizar el perfil de artista, realizar un pitching efectivo y promover playlists propias para generar una comunidad en torno a la música y crecer en reproducciones y oyentes mensuales como corresponde.
Un perfil completo y profesional en Spotify permite ganar credibilidad, pero no solo frente a los fans, sino también frente a otros actores de la industria musical, en este caso, los curadores de playlists. A continuación, se detallan algunos aspectos importantes que ayudan a optimizar el perfil:
- Biografía atractiva: Una biografía detallada y concisa permite que los oyentes conozcan al artista. No hables en primera persona y no cuentes cosas de tu infancia. Más bien destaca tus logros, colaboraciones, charts y elementos de tu historia que reflejen tu identidad musical.
- Fotos de calidad: Las imágenes del perfil, portada y álbum deben ser profesionales y representar el estilo o branding del artista. Esto mejora la percepción del perfil y da una imagen realmente profesional y de nivel.
- Selección del artista (artist pick): Mantener esta función actualizada hace que puedas destacar lanzamientos recientes, playlists o conciertos próximos. Esta sección se muestra en la parte superior del perfil y permite dirigir la atención, como si fijaras un posteo en una red social.
- Enlaces: Conectar redes sociales, Wikipedia y sitios web ayuda a crear un ecosistema donde los seguidores pueden conocer más del artista, sus lanzamientos y su contenido adicional. Con una estrategia persuasiva adecuada, los oyentes se encargan de convertirse en seguidores y viceversa.
Estos elementos contribuyen a un perfil de artista completo, algo que suma a una mentalidad profesoinal y los cambios correspondientes se harán en base a las estrategias de marketing musical para lanzamientos, tours o simplemente cambios de imagen.
Pitching a playlists editoriales
Una de las mejores maneras de alcanzar las playlists editoriales es mediante el pitching a través de Spotify para Artistas. Esta herramienta permite a los artistas enviar sus lanzamientos directamente a los curadores de Spotify para que los consideren en sus listas editoriales.
Para tener un pitching efectivo, deberás cumplir con las siguientes pautas:
- Identifica las playlist correctas: Cada playlist editorial tiene un tema o estilo específico, por lo que es importante enviar canciones a las listas que realmente coincidan con la música del artista. Selecciona las 3 más adecuadas.
- Ingresa al formulario: Toca en la pestaña “Próximamente” del menú Música en la versión de Spotify para Artistas para escritorio. Allí podrás ver si tu nuevo lanzamiento aparece disponible, antes de su fecha de estreno.
- Selecciona las opciones correctas: Spotify permite incluir detalles sobre el género, instrumentos utilizados y estado de ánimo de la canción. Esta es la metadata para que los curadores evalúen la canción dentro del contexto adecuado y para que el algoritmo de Spotify sugiera el tema a audiencias relevantes y nuevas.
- Describe tu música: Al llegar al final del pitch, en la caja de “Descripción” ingresarás información adicional sobre la canción, como detalles sobre la producción, inspiración o logros previos. Incluir reseñas y notas de prensa también ayuda a respaldar la solicitud. En la parte final, vas a decir que tu canción la quieres considerada para esas 3 playlists que seleccionaste.
Por supuesto que las probabilidades de inclusión no las podemos saber, pero sí existen muchísimos artistas que han sido incluidos en listas editoriales como “premio” por haber tenido una conducta orgánica en constante crecimiento.
Y eso también me ha sucedido a mí, lo cuento en este artículo.
Creación y promoción de playlists de artista
Para los artistas independientes, una opción efectiva es crear y promover sus propias playlists en Spotify. Esto no solo permite compartir la música propia, sino también atraer a un público con intereses similares y fomentar la interacción en torno a la lista. Algunos consejos para optimizar estas listas incluyen:
- Tener una portada persuasiva: La portada de la playlist debe ser visualmente atractiva y relevante al tema de la lista, ya que es lo primero que los usuarios verán.
- Descripción con keywords: Utiliza una descripción que contenga keywords de SEO relevantes, de modo que los usuarios puedan encontrar la lista en el buscador de Spotify. Incluye palabras relacionadas con el género o el estado de ánimo de la playlist.
- Trucos: No pongas tu música en el lugar #1, mejor coloca la canción más popular o interesante, que represente a la lista. Y luego podrías colocar tus canciones en las posiciones #2, #6, #11. Lo importante es permitirle al usuario que recorra la lista y se familiarice, antes que empujarlo a escuchar nuestra música.
Herramientas de gestión de playlists
Existen varias herramientas que permiten gestionar y hacer crecer las playlists de manera efectiva, además de invertir como artista para ser incluido en listas de terceros. Algunas de las más utilizadas en la industria musical son:
Estas plataformas ofrecen tanto opciones gratuitas como pagas y facilitan la promoción y análisis de las playlists. La gestión de listas toma tiempo, pero resulta en una comunidad de oyentes específicos interesados en la temática de la playlist, lo que beneficia tanto al artista como a los seguidores.
El curador de playlists
La curaduría musical es una actividad bastante antigua, desempeñada por profesionales especializados en seleccionar, organizar y presentar música. El rol del curador de música abarca plataformas de streaming, estaciones de radio, eventos en vivo y otros espacios donde la selección musical es clave para conectar a los oyentes con nuevos artistas y géneros. Sí, podríamos incluir a los DJs.
Este papel va mucho más allá de una simple selección de canciones; implica un conocimiento profundo de la música, de la cultura, la historia y una capacidad de anticipar los gustos del público y las nuevas tendencias para también analizarlas.
Un curador de música tiene la habilidad de crear un entorno musical adaptado a los gustos, estados de ánimo y necesidades específicas de los oyentes. Su trabajo no solo abarca plataformas digitales, sino también espacios físicos como eventos y tiendas. Un ejemplo notable de curaduría es el papel de los DJs, quienes seleccionan y mezclan música para crear una atmósfera específica en discotecas y conciertos. Los curadores de plataformas digitales, como los de Spotify, realizan una función similar mediante la creación de playlists que buscan atraer y fidelizar a una audiencia específica.
Inicios y evolución de la curaduría
En el pasado, los programadores de radio eran los principales curadores musicales, encargados de seleccionar las canciones basándose en la popularidad y las tendencias del mercado. Con la llegada de la cultura DJ en los años 70 y 80, el papel del curador musical evolucionó. Los DJs en discotecas, influenciados por géneros como el hip-hop y luego el house, comenzaron a mezclar canciones de manera innovadora, usando técnicas que conectaban con la audiencia en un nivel emocional y cultural. Esto sentó las bases de una curaduría musical más personal y dinámica, basada en la interacción directa con el público.
El surgimiento de la era digital en los años 90 y 2000 trajo cambios como la llegada de los CDs, DVDs, la piratería en MP3 y luego las plataformas de streaming, donde la curaduría se volvió cada vez más corporativa y las listas de reproducción comenzaron a organizarse en función de datos y algoritmos en lugar de la intuición del curador como prioridad.
Curaduría en el streaming
La curaduría musical en plataformas como Spotify implica el uso de datos y análisis de tendencias para seleccionar canciones. Los curadores de playlists en Spotify crean listas de reproducción que atraen a diferentes públicos, basándose en temas como géneros, estados de ánimo o actividades. Las playlists editoriales de Spotify, por ejemplo, están diseñadas y actualizadas regularmente por un equipo de expertos que emplean herramientas de análisis de datos para elegir canciones que se adapten a las preferencias de los usuarios.
Además de los curadores humanos, los algoritmos de Spotify desempeñan un papel importante en la curaduría de listas personalizadas, como “Radar de Novedades”, “Descubrimiento Semanal” o los “Mixes diarios” y “Daylist”. Estas listas se generan automáticamente en función de los hábitos de escucha del usuario y las preferencias de oyentes con gustos similares.
Tipos de curadores
La curaduría musical puede desempeñarse en distintos entornos y plataformas. A continuación, se describen los principales tipos de curadores:
- Curadores de streaming: En servicios como Spotify, las listas abarcan diferentes géneros, estados de ánimo, tendencias culturales o actividades, como “Entrenamiento”, “Asadito” o “Relax”.
- Curadores de radio: Los programadores de radio eligen las canciones para mantener la atención de los oyentes y adaptarse a los intereses de su audiencia. Este tipo de curaduría debe equilibrar canciones populares y novedades, y se basa en el conocimiento de la audiencia específica de cada estación.
- Curadores de eventos: En conciertos, festivales y otros eventos en vivo, los DJs y musicalizadores crean experiencias adaptadas a la audiencia en tiempo real. Su labor implica leer el ambiente y seleccionar canciones que mantengan la energía y emoción del evento.
- Curadores independientes y blogueros: Estos curadores suelen compartir sus selecciones en blogs, redes sociales y podcasts y a menudo tienen una audiencia bastante leal que les proporciona autoridad. Se especializan en nichos y promueven artistas emergentes, permitiendo la visibilidad de géneros menos comerciales y generando espacios de contacto entre actores de la industria. Un gran ejemplo para el pop urbano en Argentina fue el youtuber Coscu.
Impacto y desafíos de la curaduría
Una playlist popular tiene el potencial de transformar la carrera de un artista emergente. Eso no es novedad. La exposición que propone el curador actúa como intermediario necesario entre el artista y el público.
Un ejemplo de curaduría de tendencias es la playlist de Spotify “Baila Reggaetón”, que se convirtió en una de las más populares al conectar con la nostalgia de la audiencia por el reggaetón clásico. Curada por un miembro del equipo de Spotify, esta lista impulsó el género y generó grandes volúmenes de tráfico hacia los artistas del género.
Uno de los desafíos de la curaduría musical en la era digital es el sesgo, tanto humano como algorítmico. Los algoritmos tienden a reforzar tendencias preexistentes basadas en datos históricos, mientras que los curadores humanos pueden influir sus selecciones con preferencias personales. En este caso, es importante que los curadores busquen intencionalmente una variedad de géneros, culturas y artistas en sus selecciones.
Además, con la integración de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y la realidad aumentada, la curaduría musical continuará evolucionando, ofreciendo experiencias cada vez más personalizadas. Aunque la tecnología facilita recomendaciones precisas, la curaduría humana seguirá siendo insustituible, o por lo menos eso es lo que queremos creer.
Como artista independiente, además de lanzar música, podrás relacionarte con curadores y entender mejor qué es lo que el público busca o elige, que es en última instancia el grupo de seres humanos que va a decidir si te popularizas o no.
