Bien sabemos que la energía que manejan las frecuencias bajas es superior a la necesaria en las frecuencias más altas. Esto provoca que el rango de frecuencias de 20 a 200 hz llamado sub-bajo o simplemente el rango más grave, provoque un choque de energía entre dos elementos importantísimos en nuestras canciones: el kick y el bajo.
En cualquier música que tenga baterías y bajos, la consonancia del kick y el bajo es la que genera y sostiene el ritmo, por eso es importante que suenen con potencia pero no se pisen entre sí, si sus frecuencias chocan esto no sólo se va a percibir auditivamente sino también generará disturbios técnicos como puede ser la cancelación de fase.
Vamos a comprender cuáles son los pasos necesarios para que nuestra mezcla final contenga una relación kick-bajo adecuada:
1. ELECCIÓN DE SONIDOS
Cuando se trata de mezclar un kick y un bajo, es fundamental seleccionar sonidos que se complementen entre sí y se ajusten al género y estilo de la canción que estás produciendo.
Es importante tener en cuenta el género músical ya que cada uno tiene sus propias características sonoras distintivas. Por ejemplo, un kick de house generalmente será diferente a un kick de hip-hop o de rock.
Escucha atentamente el carácter tímbrico del kick y el bajo. Elige un kick que tenga el tipo de ataque y resonancia que estás buscando. Del mismo modo, presta atención a las cualidades tonales del bajo, como ser más suave o agresivo y un carácter más sub-grave o más definido.
Considera cómo encajan los sonidos del kick y el bajo en el espectro de frecuencias general de la canción. Si el kick tiene mucha energía en las frecuencias bajas, es posible que desees elegir un bajo que no compita directamente en esas mismas frecuencias, y viceversa.
Asegúrate de que el kick y el bajo estén en consonancia con el estilo y la atmósfera general de la producción musical. Si estás trabajando en un tema más melódico y suave, es posible que desees optar por un kick y un bajo más sutiles y no tan agresivos. En el electro y future house por ejemplo los bajos contienen muchas capas entre las frecuencias bajas y medias para generar la energía y presencia suficientes.
Si bien es importante que el kick y el bajo se complementen, también es necesario que se diferencien entre sí para evitar que se confundan o se superpongan demasiado. Escucha cómo se comportan juntos y busca una combinación que proporcione claridad y coherencia en la mezcla. Esto es precisamente lo que trabajaremos en este artículo.
La elección de sonidos de todas maneras es subjetiva y puede variar según tus preferencias y el contexto musical en el que te encuentres.
2. CONTEXTO
Cada género musical tiene características específicas en cuanto al papel y la relación del kick y el bajo. En la música electrónica, es común que el kick y el bajo sean prominentes y dominantes. En otros estilos, como el jazz, pueden tener un papel más sutil y de apoyo. Comprender el género y estilo te ayudará a determinar cómo deben interactuar estos elementos en tu mezcla.
Fíjate cómo el kick y el bajo contribuyen a la estructura y la dinámica de la canción. El kick, por lo general, marca el ritmo y proporciona la base rítmica, mientras que el bajo agrega profundidad y groove. Determina si hay momentos en los que uno de los elementos debe destacar más que el otro y cómo se relacionan en diferentes secciones de la canción, como el verso, el estribillo o los puentes.
Presta atención a cómo el kick y el bajo interactúan con la melodía principal y otros instrumentos. Asegúrate de que no haya conflictos de frecuencias o clashing que puedan perjudicar la claridad y el equilibrio general de la mezcla. Ajusta las frecuencias y los niveles de cada elemento para que trabajen en conjunto y se complementen entre sí.
Observa cómo el kick y el bajo pueden influir en las dinámicas y los cambios de energía de la canción. En momentos de mayor intensidad, como los drops o los coros, es posible que desees resaltar tanto el kick como el bajo para crear impacto y energía. En secciones más suaves o introspectivas, puedes reducir su presencia para darle espacio a otros elementos.
3. EQUILIBRIO DE FRECUENCIAS
Escucha atentamente el kick y el bajo por separado para identificar las frecuencias principales de cada uno. El kick generalmente se enfoca en las frecuencias bajas, mientras que el bajo puede ocupar un rango más amplio que incluye las frecuencias bajas, medias y altas, generalmente tratado con varias capas de sonidos.
Utiliza la ecualización para ajustar las frecuencias de ambos elementos y crear un equilibrio armonioso. Puedes aplicar filtros para eliminar información que pueda estar contrarrestando la mezcla en general, como por ejemplo todo lo no audible (20 hz para abajo). Asegúrate de que el kick y el bajo ocupen diferentes áreas dentro del espectro de frecuencias. Si el kick tiene mucho contenido en las frecuencias bajas, considera reducir esas frecuencias en el bajo y enfocarte más en las frecuencias medias y altas para darle claridad y definición.
Presta atención a posibles resonancias problemáticas en el kick y el bajo que puedan chocar entre sí. Si notas que ciertas frecuencias resuenan de manera desagradable, puedes utilizar la ecualización dinámica para atenuar esas resonancias y lograr una mezcla más limpia y comprensible.
Si has decidido emplear un kick a tono con la canción, intenta atenuar 1 o 2 dB en su frecuencia fundamental y aplica un boost de 1 a 3 dB en el bajo para la misma frecuencia, luego emplea tus oídos más que la visión del espectro para escuchar si la interacción entre ambos instrumentos mejora. También podrías remover una frecuencia armónica en 0.5 a 1 dB de algún instrumento y dársela al otro, siempre y cuando no exista cancelación o movimiento de fase, para lo cual vas a utilizar ecualizadores lineales (mis favoritos son el EQ Eight de Ableton y el FabFilter Pro-Q 3 en linear phase).
Asegúrate de verificar la mezcla en mono de vez en cuando, ya que algunos sistemas de reproducción, como radios o clubs, pueden reproducir la música en mono. Esto te ayudará a identificar posibles problemas de fase o cancelación de frecuencias cuando el kick y el bajo se superponen.
4. TRATAMIENTO DEL KICK
Utiliza la ecualización para realzar las frecuencias bajas del kick. Enfoca tu atención en las frecuencias subgraves y graves, generalmente entre 20 Hz y 200 Hz, para obtener un impacto sólido. Puedes utilizar un filtro en otros elementos de la mezcla para evitar que las frecuencias bajas se solapen y mantener el kick como el componente principal en esa región de frecuencias.
Aplica compresión al kick para realzar su ataque y sustain. Un ajuste de compresión adecuado puede ayudar a controlar los picos y mejorar la consistencia en el sonido. Experimenta con diferentes configuraciones de ataque, release, ratio y threshold para obtener el punch deseado sin perder la naturalidad.
Si el kick seleccionado no tiene suficiente impacto por sí solo, considera añadir capas adicionales para reforzarlo. Puedes utilizar un sample adicional con características tonales complementarias o incluso sintetizar un subkick para añadir más peso en las frecuencias más bajas.
Ajusta la envolvente del kick según tus necesidades. Si deseas un kick más largo, aumenta el sustain. Si necesitas un ataque más rápido, acorta el tiempo de ataque. Además, puedes afinar el kick si es necesario para que se ajuste mejor a la tonalidad de la canción, pero ten en cuenta que ajustes extremos pueden afectar la naturalidad y la coherencia tonal del kick.
5. FUNDAMENTOS Y DEFINICIÓN DEL BAJO
Utiliza la ecualización para resaltar las frecuencias clave del bajo y reducir cualquier resonancia o frecuencias indeseadas. Puedes aumentar ligeramente las frecuencias medias y altas para agregar claridad y definición, pero ten cuidado de no exagerar, ya que podría afectar el equilibrio tonal general de la mezcla.
Si el bajo carece de definición, considera ajustar su diseño de sonido. Experimenta con diferentes formas de onda, técnicas de síntesis y capas de sonido para lograr un timbre que se destaque en la mezcla y tenga la articulación adecuada.
Utiliza la compresión de manera adecuada para controlar la dinámica del bajo y mantenerlo más consistente en términos de volumen. Esto puede ayudar a que las notas individuales del bajo sean más audibles y definidas y no rompan el balance sobre todo cuando jugamos con glide o notas más altas.
Agregar una ligera saturación al bajo puede ayudar a que se destaque en la mezcla. La saturación puede aportar calidez, armónicos adicionales y una sensación de “pegajosidad” al sonido del bajo, mejorando así su definición.
Prueba el procesamiento en paralelo aplicando efectos y procesadores de dinámica a una copia duplicada del bajo. Esto te permite mantener la integridad del sonido original mientras resaltas ciertos aspectos, como la definición y la presencia.
Presta atención a cualquier enmascaramiento de frecuencias que pueda ocurrir entre el kick y el bajo. Si hay frecuencias solapadas, considera realizar ajustes de ecualización o panorámica para asegurarte de que cada elemento tenga su propio espacio en el espectro.
6. COMPRESIÓN SIDECHAIN
Este es un paso crucial para evitar que el kick y el bajo compitan entre sí y para mejorar la claridad de la mezcla.
Ajusta el umbral de compresión para que la señal del bajo se atenúe ligeramente cada vez que el kick golpee. La cantidad de atenuación dependerá del estilo musical y de cómo desees que interactúen el kick y el bajo.
Experimenta con los tiempos de ataque y release de la compresión para obtener el efecto deseado. Un tiempo de ataque más rápido permitirá que el kick corte rápidamente el bajo, mientras que un tiempo de release más largo permitirá que el bajo recupere su nivel original después de cada golpe de kick.
A medida que ajustas la configuración de la compresión, escucha atentamente cómo interactúan el kick y el bajo. Asegúrate de que el efecto de sidechain sea lo suficientemente sutil para no comprometer el groove, la presencia de ambos instrumentos y la coherencia de la mezcla.
Para comprender mejor este tipo de compresión te recomiendo leer mi artículo sobre “Los compresores de Ableton”.
7. ENVOLVENTE ADSR
El ataque determina cuánto tiempo lleva al sonido alcanzar su nivel máximo desde el inicio. Puedes ajustar el ataque del kick y el bajo para que se complementen entre sí. Por ejemplo, si el kick tiene un ataque rápido y agresivo, puedes suavizar el ataque del bajo para evitar que choquen y se solapen demasiado.
El decay se refiere a cuánto tiempo le lleva al sonido disminuir su nivel después de alcanzar su punto máximo. Asegúrate de que el decay del kick y el bajo sea adecuado para la canción. Si el decay del kick es demasiado largo y se superpone con el bajo, podrías acortarlo para permitir que el bajo tenga más espacio en el espectro de frecuencias.
El sustain controla la duración del sonido una vez que alcanza el pico y se inicia el decay. Si el sustain del kick es demasiado largo, podría interferir con la claridad y la definición del bajo. Considera ajustar el sustain de ambos sonidos para evitar que compitan entre sí y para asegurar que el bajo tenga suficiente presencia y definición.
El release se refiere a cuánto tiempo le lleva al sonido disminuir completamente después de que se haya “soltado” la nota. Ajustar el release del kick y el bajo puede ayudar a evitar que los sonidos se superpongan y se vuelvan borrosos, además de interferir con otros instrumentos. Si el release del kick es demasiado largo, podría interferir con la precisión del bajo, pero a su vez aportaría una potencia enorme como en el techno.
Puedes utilizar plugins como Kickstart, LFO Tool o ShaperBox para crear las envolventes de ambos instrumentos, decidiendo cómo manejar las ganancias de forma particular.
8. MONO VS STEREO
El kick generalmente se configura en mono para mantener su impacto y energía en el centro de la mezcla. De esta manera, te aseguras que el kick se perciba de manera coherente en diferentes sistemas de reproducción y evitas problemas de fase en los altavoces de cualquier dispositivo. Podrías considerar técnicas de microfonía stereo durante la grabación del kick si deseas agregar un poco de amplitud o características espaciales a su sonido, pero es común pasar el kick a mono durante la mezcla y añadir pequeñas texturas o transientes que aporten al tipo de canción con el que se trabaja.
La elección entre mono o stereo para el bajo depende del estilo de la canción y la intención artística. Algunas opciones son mantenerlo completamente en mono, usar una imagen stereo sutil en paralelo o incluso duplicar la pista de bajo dos veces y panoramizar cada copia ligeramente, siempre y cuando sepamos hacerlo en un rango de frecuencias superior a los 200 hz aproximadamente, como consejo personal. Mantener el bajo en mono puede ayudar a preservar la coherencia y la claridad de su sonido en la mezcla, igual que con el kick y este es motivo de tratar su relación entre sí. De todas formas, si buscas agregar un poco de amplitud al bajo y crear una sensación de anchura stereo, ya hemos hablado del procesamiento en paralelo. Esto se hace con precaución, ya que un exceso de contenido stereo en las frecuencias bajas o medio-bajas puede generar problemas de fase y debilitar el impacto del kick.
9. AUTOMATIZACIÓN
Al comenzar la canción, es fundamental establecer el nivel adecuado para el kick y el bajo. Asegúrate de que ambos elementos sean audibles y estén equilibrados, pero sin dominar la mezcla. Puedes ajustar los niveles de cada pista individualmente o utilizar un bus/stem para controlarlos juntos.
Si deseas obtener más información, puedes leer el artículo “Consejos para comenzar una mezcla…”
Durante secciones destacadas de la canción, como los coros o drops, es posible que desees aumentar el nivel del kick y el bajo para proporcionar una base más sólida y potente. Utiliza la automatización para aumentar los niveles de manera gradual y coherente en estos momentos clave.
En transiciones, como en los fills o cambios de sección, puedes experimentar con la automatización para enfatizar el kick y el bajo. Por ejemplo, podrías aumentar brevemente el nivel del kick en un fill para agregar impacto y energía. Esto es muy útil en la música house y tech house.
En partes más suaves de la canción, como los versos, puedes reducir ligeramente los niveles del kick y el bajo para dar espacio a otros elementos melódicos. Esto ayuda a mantener el equilibrio general de la mezcla y evita que los elementos de baja frecuencia se vuelvan abrumadores y agotadores, dejando al oyente con más ganas de continuar escuchando la canción (¡clave para ganar tu centésima de centavo por el stream obtenido!).
No te limites a ajustar solo los niveles generales del kick y el bajo. También puedes utilizar la automatización para controlar otros parámetros, como la ecualización o los efectos, en momentos específicos. Por ejemplo, podrías aumentar sutilmente las frecuencias bajas del kick durante un puente para agregar un poco más de impacto y que luego en el break se relajen para crear un contraste que convenza también al oyente de quedarse escuchando.
10. REFERENCIAS
Elige canciones exitosas y bien producidas en el mismo género que estás trabajando. Busca pistas que tengan una mezcla equilibrada y donde el kick y el bajo se integren de manera efectiva y tengan el dinamismo del que se habla aquí.
Alterna entre tu mezcla y las canciones de referencia para comparar y evaluar tu trabajo (el famoso A/B). Escucha cómo suenan tu kick y bajo en comparación con los de las referencias. Presta atención a cualquier diferencia en términos de balance tonal, pegada, definición y coherencia en el contexto general.
Escuchar frecuencias bajas durante un periodo largo de tiempo, provoca que el cerebro comience a compensar a través del oído y puede que tomes decisiones incorrectas. Una vez que hayas realizado los ajustes críticos, toma un descanso y luego escucha tu mezcla de forma crítica, quizás incluso al día siguiente.
CONCLUSIÓN
Todas estas recomendaciones influyen un montón en el aspecto psicológico y psicoacústico de cada producción. Una canción realmente profesional contiene suficientes aspectos dinámicos que otorgan un movimiento muy agradable al cerebro, generando expectativa constante e impidiendo el cansancio auditivo.
No olvides probar diferentes estados dinámicos para que la canción tenga lo que llamamos movimiento, a veces imperceptible, pero algo que el cerebro procesa perfectamente.