Trabajar en el mundo de la música puede ser muy emocionante, muy lindo y colorido, pero está faltando mucha información sobre el manejo de la mentalidad.
He relevado información de personas que han trabajado conmigo en asesorías, mentorías o incluso seminarios, y he llegado a la conclusíon que el 80% de las personas se bloquean como sujetos, o sea, no revisten un problema mayor en términos artísticos sino que los bloqueos son a título personal.
La verdad es que yo también estuve ahí, tuve terribles miedos cuando me empezó a ir bien, también me frustré un montón de veces, tuve que sobrepasar miles de situaciones.
La pasión por la música no es la única condición necesaria para dedicarse a esto. Los miedos van a dificultar tu progreso siempre que no los asumas. Desde bloqueos mentales y creativos hasta asuntos de ansiedad escénica o por estar en público.
Respecto a artistas emergentes, productores, músicos independientes, el mayor miedo que veo que enfrentan es al cambio de mentalidad. Pasar de la comodidad del aficionado a ser un profesional comprometido. Este cambio implica por ejemplo asumir la responsabilidad total de la carrera musical, desde la producción y promoción hasta las actuaciones en vivo. La falta de confianza es común y normal que pueda surgir en esta transición, pero no olvidemos que casi todo artista exitoso ha atravesado este mismo camino.
La vergüenza puede convertirse en un obstáculo importante, ya que uno como ser humano se preocupa por el prejuicio de los demás.
El miedo al rechazo y la autocrítica pueden obstaculizar la creatividad sobre todo. La clave siempre es reconocer lo que nos sucede, ponerlo en palabras, identificar cada sensación tal y como la nombro ahora.
Miedo, ansiedad, vergüenza, angustia, frustración. A ver, somos artistas y ser humanos también, no somos dioses, nos pasan cosas. Las intentamos canalizar creando arte, en este caso lo plasmamos en canciones. Para escribir canciones románticas eso tiene que haberse originado en algún lugar, con alguna persona, en alguna circunstancia. Para hablar sobre política lo mismo, tuvo que haber habido algún sentimiento que despertó esa temática.
No nos moviliza el aire, sino las experiencias.
El miedo escénico es una barrera común para muchos músicos y créanme que estuve ahí. La ansiedad y esa sensación de terror antes de subir al escenario o cabina puede afectar el rendimiento y la conexión con la audiencia, hay algo en el cuerpo que se nota. La preparación es esencial para trascender este miedo, no digo superar, digo trascender. Continuar con el show aún teniendo miedo.
“Ah bueno, pero ellos ya están en la cima”.
No tiene nada que ver.
El cuerpo no sabe de cimas ni de éxitos, solo responde a los estímulos que le damos: en este caso hay miedo a un público, sean 10 personas o 1 millón. Es exactamente igual.
El bloqueo creativo puede y te va surgir en cualquier etapa de tu carrera musical. Cuando estamos avanzando y asumimos compromisos más grandes, esta presión por crear constantemente nuevas canciones puede abrumar, incluso suele ser fuente de muchos problemas entre el artista y la discográfica. Cuando hay contratos de por medio también se hace complejo, uno a veces asume que puede cumplir con todo y la realidad es otra.
Las grandes discográficas se aprovechan de los artistas emergentes sedientos de fama, así que cuidado con esto porque también a la larga provoca montones de desequilibrios personales.
¿Y el miedo al fracaso?
Es básicamente vivir con la percepción de que todo tiene que necesariamente salir mal.
Muchas veces la sensación de culpa viene por temas familiares, de infancia, y hay que encontrar maneras también trascender esto para poder enfocarnos en hacer música aún mientras trabajamos este patrón de mentalidad.
Mi carrera artística comenzó sin recursos. No tenía estudios en música ni monitores para escuchar, ni una buena computadora. 20 años después puedo decir que es lo mejor que me pudo haber sucedido, porque me permitió luchar contra los obstáculos y poner mi creatividad siempre al frente.
Hay un tema también con el tiempo. Esa sensación de que no podemos equilibrar la vida personal con la profesional. El temor a descuidar vínculos afectivos o el cuidado de la salud. Todo esto puede sumar una cuota de estrés extra. Es importantísimo tener rutinas que contrasten con la actividad musical y nos permitan desarrollarnos como personas en otro ámbito, esto creo que da para otros videos. Poner límites donde deben ir es importantísimo porque el cuerpo recordemos recibe todos los estímulos.
A trabajar los miedos.