Modelos de Negocio en la Industria Musical: Cómo se reparten la regalías

Este artículo quizás te toma por sorpresa, ya que siempre estamos hablando del mismo modelo de negocios, o sea, el que se hizo estándar desde que nació el streaming, el modelo llamado “pro-rata”. Supuestamente lo lidera Spotify, pero en realidad esto viene de antes. El tema es que entre tantas quejas por los pagos de regalías y la idea de que los artistas dejen Spotify, me pareció un poco más viable ver qué otras opciones existen, más allá de que se puedan poner en práctica o no.

En el pasado (aunque aún persista) los modelos tradicionales se basaban en ventas directas (discos físicos y también descargas digitales de MP3 o WAV) y licencias (para radio, ejecución pública y sincronizaciones). Aquí los ingresos o pagos en regalías son bastante claros porque cada venta o reproducción genera un pago directo al titular de derechos correspondiente. Hoy, con el auge del streaming en las plataformas que todos conocemos, el dinero que millones de oyentes destinan con sus suscripciones se reúne en grandes fondos comunes (les llamaremos pools) que luego se re-distribuyen según distintos modelos de negocio.

En este artículo quiero analizar a fondo cuatro de estos modelos: el Tradicional, Pro-rata, User-centric y Artist-centric, detallando su origen, implementación, utilidad y funcionamiento para artistas mainstream e independientes. También te voy a decir cómo podríamos aprovechar cada modelo si estuviera a nuestro alcance, qué plataformas lo emplean, las bases matemáticas para entenderlos y cómo un artista independiente puede proyectar sus ingresos y elegir la estrategia más conveniente.

Antes de pasar a los modelos estándar del streaming, conviene contrastar brevemente con los modelos tradicionales. En la venta de música física o digital, cada unidad vendida reporta un ingreso fijo al artista o sello discográfico (menos intermediarios) y en la radio los derechos se reparten según reproducciones registradas, pero siempre de forma proporcional al uso individual de cada obra.

Modelos tradicionales

Mucha gente quizás nunca entendió realmente el negocio detrás de la venta de discos físicos o incluso el primer modelo de negocios que existió en la música, la venta de partituras, algo que dio origen a todo lo que vino después, incluidas las leyes de propiedad intelectual.

Yendo al modelo tradicional del siglo XX, este estaba o, mejor dicho, aún está basado en la venta directa mediante licencias. Cuando vos componés una canción y la grabás, se crean dos tipos de regalías: por la composición y por la grabación o interpretación y ambas se gestionan por separado, pero cuando se vende un disco, se deben pagar ambas.

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Por ejemplo, si vos tenés tus discos en la mano recién grabaditos y vas a una disquería, para que la disquería pueda venderlos, tenés que acordar dos licencias o tipos de pagos. El dueño de la tienda te tiene que pagar por la cantidad de copias de esos discos que va a adquirir para luego venderlos en su tienda. Si estás solo, tranquilamente podés acordar todo en el mismo momento por tu cuenta, pero obviamente existen leyes que regulan este tipo de actividades y además existen precios de mercados.

Y otra cosa que permitió la expansión de la industria musical como tal son los sellos discográficos y las compañías editoriales. Los primeros, los sellos, se encargan de mediar entre el artista y las disquerías, es decir, entre quien interpretó esa grabación y quienes van a vender las copias. Por otra parte, la compañía editorial se encargará de que el artista pueda tener una correcta administración y cobro de las regalías por el uso de sus composiciones.

Entonces, como ejemplo, si yo tengo un disco recién grabado y hay 100 copias manufacturadas para vender, tengo que acordar un precio con la tienda de discos que sirva al mercado y también a mí. El rol de las compañías discográficas también está en setear precios de mercado que sean estándar y además generen competencia, ya que por cada venta, un artista se puede llevar entre un 10% y un 20% dependiendo de su nivel, artista nuevo, consagrado, etc.

Los mediadores a partir de la era digital fueron mermando porque directamente cualquier artista independiente puede ejercer su rol de sello discográfico por sí mismo. Esto he decidido hacer yo en 2009 cuando llevaba varios singles lanzados y decidí encarar mi propio proyecto de sello discográfico, aunque luego en todos estos años se sumarían más de 500 artistas a trabajar conmigo. Pero en principio lo hice para poder gestionar mis lanzamientos sin intermediarios y vivir de la música gracias a mis producciones, ejerciendo además el 100% del derecho a decidir por mis grabaciones.

Modelo Pro-rata

El streaming introduce un sistema de suscripciones mensuales o ingresos publicitarios que se agregan en un pool global. Históricamente, todas las grandes plataformas de streaming han utilizado el modelo pro-rata para repartir ese pool. Esto significa que el dinero total aportado por los usuarios en un periodo se distribuye íntegramente entre los titulares de derechos en proporción a las reproducciones obtenidas por cada artista en la plataforma.

Véase también Regalías de Spotify: Cuánto ganaremos en 2025

Si una canción representa el 1% de todas las reproducciones de un mes, recibirá aproximadamente el 1% de los ingresos repartidos de ese mes. Este enfoque ha sido el estándar porque refleja la popularidad general de cada artista en términos monetarios, pero también ha generado críticas por posibles desequilibrios. Los fans de nichos específicos aportan una cantidad de dinero que mayormente termina yendo a artistas mainstream que concentran la mayor cuota de streams. ¿Justo o injusto?

Si tenés pocas reproducciones, cobrarás poco dinero, así de sencillo.

El modelo pro-rata, también llamado market-centric o de cuota de mercado, es el sistema de pago predominante en el streaming musical actual y también el modelo bajo el cual las plataformas se sostienen a sí mismas. Bajo este esquema, la plataforma reúne todos los ingresos generados por suscripciones pagas y publicidad, retiene su comisión (usualmente cerca del 30%) y forma un fondo común a distribuir. Luego calcula qué porcentaje de todas las reproducciones del periodo corresponde a cada artista y asigna a cada cual esa misma proporción de los fondos restantes.

Ejemplo de reparto en el modelo pro-rata

Dos usuarios pagan $10 por mes cada uno en su suscripción. En total, tras la comisión de la plataforma, quedan $14 totales para repartir entre losa rtistas. El Usuario 1 escuchó 10 veces la canción A y el Usuario 2 escuchó 90 veces la canción B. Como se combinan todos los streams en un pool, la canción B (90 de 100 reproducciones totales) recibe el 90% del dinero indistintamente de quién la escuchó ($12,60) y la canción A solo el 10% ($1,40).

Ejemplo de reparto con Spotify

Spotify en 2022 repartió alrededor de 8.200 millones de euros a los titulares de derechos. En ese mismo año, “As It Was” de Harry Styles tuvo unos 2.900 millones de streams, el 0,18% del total en Spotify. Aplicando el modelo pro-rata simplificado, ese track generó en torno a los 14 millones de euros, antes de las divisiones entre artista, sello, etc. Indistintamente de quienes hayan escuchado la canción, el dinero se reparte igualmente de esa manera.

Plataformas que utilizan el modelo pro-rata

Prácticamente todas las plataformas principales han operado bajo pro-rata en estas dos décadas. Spotify, Apple Music, Amazon Music, YouTube Music, Deezer, entre otras, distribuyen los ingresos de esta forma por defecto, más allá de rumores de cambios o actualizaciones de modelos que podremos ver más adelante. Este el modelo de negocios instaurado desde los inicios del streaming, en el que Spotify se sumó desde su lanzamiento en 2008 y se mantiene a su vez como estándar industrial.

maximizar los ingresos con pro-rata

Para un artista independiente, ganar dinero con pro-rata es bastante complicado por razones que ya conocemos y detallé en más arriba. Generar ingresos recurrentes requiere de incrementar enormemente el volumen de streams finales cada mes y en territorios que paguen bien. Algunas tácticas incluyen buscar inclusión en playlists editoriales o algorítmicas para alcanzar nuevos oyentes y expandir el alcance de manera orgánica, incentivar al público a reproducir las canciones con más frecuencia con CTAs estratégicamente colocados, lanzar música con regularidad (1 vez al mes) para mantener presencia y conseguir un buen ratio de escuchas por oyente.

Los artistas mainstream aprovechan para invertir muchas cantidades de dinero en marketing y posicionamiento para luego recuperarlo del mismo pool total, algo que los independientes con menos recursos deben compensar con creatividad.

En esta Academia te enseño que mi carrera musical se forjó sin necesidad de grandes inversiones ni de redes sociales, así que, no deberías preocuparte sino ocuparte.

Modelo User-centric (centrado en el usuario)

El modelo user-centric (también llamado UCPS por User-Centric Payment System o modelo centrado en el usuario) surge como respuesta a las desigualdades percibidas en el pro-rata, las cuales te acabo de comentar. La premisa es distribuir el dinero considerando a cada usuario individualmente, en función de lo que ese usuario escuchó (te gustó, eh). En lugar de un gran pool global, cada oyente es responsable de repartir su cuota mensual entre los artistas que efectivamente ha escuchado.

Si un suscriptor paga $10 al mes y después de la comisión de la plataforma quedan $7 para pagar las regalías, esos $7 se asignan exclusivamente a los artistas que ese usuario escuchó proporcionalmente a cada escucha. Bajo este modelo, el consumo personal de cada fan sí importa directamente, ya que el dinero va a los artistas preferidos y no se diluye entre los más populares de la plataforma a nivel global.

Ejemplo de reparto en el modelo user-centric

Dos usuarios aportan $10 con suscripciones cada uno, de los cuales quedan $14 para repartir. Bajo el modelo user-centric cada canción recibe el pago de su propio fan. El Usuario 1 escuchó solo la canción A, así que sus $7 finales van íntegros al artista A, mientras que el Usuario 2 escuchó solo al artista B, entonces sus $7 van a B.

El ingreso total de X artista entonces será la suma de lo aportado por cada usuario que lo escuchó. En el caso extremo de un fan que solo escucha a un artista, el 100% de su suscripción neta iría a ese artista.

El oyente se vuelve importantísimo, más que nunca.

Origen del modelo user-centric

La idea de pagos centrados en el usuario lleva años discutiéndose en la industria musical, con estudios teóricos desde al menos 2014. Hay análisis pioneros que se hicieron en Dinamarca, Finlandia y Noruega con resultados que tienen variaciones en favor de los artistas mainstream y también de los artistas independientes. Las plataformas todavía se muestran renuentes a su implementación debido a la complejidad operativa (vamos a creerles).

La primera implementación real llegó en 2021 cuando SoundCloud anunció su sistema llamado fan-powered royalties para artistas independientes, esencialmente una versión user-centric de pago de regalías solo para quienes distribuyan su música con ellos. Deezer también intentó pruebas piloto en Francia y en algunos mercados se ha debatido su adopción, pero hasta ahora ninguna plataforma global de las mayores ha hecho el cambio completo.

SoundCloud destaca en el mercado independiente aplicando el siguiente lema: como los sellos grandes se llevan casi toda la torta con el pro-rata, nosotros vamos a capitalizar la industria independiente que, a fin de cuentas, son quienes confían en nuestra plataforma desde hace más de una década. 

Además, mirá el detalle, SoundCloud mantiene las licencias tradicionales de pro-rata con las majors y solo aplica estos cambios a los artistas independientes. WOW.

Podríamos decir que es una buena alternativa al igual que trabajar con suscripciones como Patreon o incluso OnlyFans en sus comienzos. Y hasta te podría incluir iniciativas como Cafecito o Bandcamp, donde los usuarios deciden con cuánta plusvalía apoyar a sus artistas favoritos. Si vos venís manejando una estrategia por la cual, en vez de meter a tu gente a escucharte en Spotify, lo hacen en SoundCloud, perfectamente podrías distribuir con ellos y llevarte tus fan-powered royalties. Vos siempre tenés que encontrar lo que mejor se alinee con tus intereses económicos y artísticos. SoudCloud es una plataforma excelente para subir material de audio, por no decir que es la mejor de todas en ese aspecto.

En la actualidad, Tidal introdujo una alternativa híbrida, destinando un porcentaje fijo de la suscripción HiFi de cada usuario a su artista más escuchado mensualmente, y SoundCloud aplica el user-centric puro para los artistas monetizados directamente en su plataforma.

Mientras tanto y como de costumbre, Spotify, Apple, Amazon y YouTube siguen con prorrateo tradicional sin anunciar ningún cambio, argumentando que el impacto de cambiar a user-centric sería moderado y con posibles efectos colaterales (¿vos les creés)).

Maximizar los ingresos con user-centric

El modelo user-centric es promovido como “más justo” para artistas de nichos, ya que elimina la subvención involuntaria de fans poco activos hacia artistas que ellos ni escuchan. En teoría, los artistas independientes con fanáticos dedicados (los famosos superfans) salen beneficiados. Si tienen una base de personas que los escuchan mucho y no escuchan tanto a otros, estos artistas precisamente son quienes recibirían casi toda la aportación de sus fans, en lugar de perderla en el pool global como ocurre en el pro-rata.

El punto positivo aquí es la posibilidad de reemplazar el marketing de alcance por uno de fidelización, destinando más energía en generar que esas personas que ya te escuchan, lo hagan más seguido, aumentando tu ratio de streams por oyente y consecuentemente tus ingresos mensuales en regalías. Si tenés una estrategia clara mientras distribuís tu música en SoundCloud, la monetización podría ser mucho más grande que la recibida en Spotify.

Plataformas que utilizan el modelo user-centric

Hasta ahora, ninguna plataforma global mainstream ha implementado el modelo user-centric al 100%. Sin embargo, SoundCloud parece ser el único referente real con su sistema de fan-powered royalties para artistas independientes.

Deezer estudió esta modalidad en Francia y mantuvo conversaciones con las discográficas grandes, pero terminó optando por una variante que es el artist-centric (a continuación la vemos) en lugar del user-centric puro. Tidal implementó desde 2021 un esquema parcial llamado Direct Artist Payout, por el cual un 10% de la suscripción HiFi Plus de cada usuario va directamente al artista que más escucha ese usuario cada mes. Esto es una adaptación inspirada en user-centric, aunque el resto del reparto de Tidal sigue siendo pro-rata para el 90% restante. Algo es algo, ¿no?

Otras plataformas más pequeñas o regionales han expresado interés, como es el caso de Tencent Music en China y Vibe en Corea que ya están explorando ideas similares, pero las resistencias de los principales sellos han frenado la adopción general.

Modelo Artist-centric (centrado en el artista)

El término artist-centric cobró fuerza a inicios de 2023 cuando Universal Music Group (UMG), liderada por Sir Lucian Grainge, proclamó la necesidad de “evolucionar el modelo económico del streaming hacia uno innovador, centrado en el artista, que valore a todos los suscriptores y recompense la música que aman”.

A diferencia de user-centric, que surgió de abajo hacia arriba, el concepto artist-centric viene impulsado desde las grandes discográficas (sí, como siempre), buscando ajustar el sistema actual para priorizar la música de calidad y las interacciones genuinas entre los usuarios y los artistas, frente a prácticas que distorsionan el consumo, como las que hemos visto en recientes meses. Es importante destacar que una teoría matemática “centrada en el artista” es más bien un conjunto de principios o modificaciones al modelo existente que es el pro-rata.

El modelo artist-centric de Deezer

En la práctica, el primer experimento concreto llegó de la mano de Deezer en colaboración con UMG a finales de 2023. Deezer anunció el lanzamiento de un sistema artist-centric en Francia, con planes de expandirlo a otros mercados, pero eso aún está pausado. Este modelo introduce varias reglas de ajuste sobre la base del pro-rata tradicional, buscando un reparto más equilibrado.

Deezer argumenta que artist-centric sirve para:

  • Premiar ciertos streams
    Las reproducciones de “alta calidad” se cuentan doble a efectos de pagos. Esas incluyen las reproducciones en las que el usuario elige activamente una canción buscándola o dándole play directo, en contraposición a simplemente recibirla desde playlists algorítmicas o radio y las canciones que alcanzan al menos 1.000 streams mensuales con 500 oyentes únicos. Esto pretende premiar a los artistas activos y reducir el peso de reproducciones pasivas o de creadores muy incipientes.
  • Filtrar el contenido no musical
    Deezer está identificando y eliminando del pool de regalías el contenido tipo ruido o utilitario que no corresponda a música de artistas. En su lugar, proveerá ese contenido ambiental por su cuenta sin que drene el fondo destinado a músicos. Con esto buscan evitar que grabaciones de ruido (subidas muchas veces solo para generar regalías rápidas y fáciles) quiten dinero a los verdaderos músicos.
  • Detectar fraudes
    Se implementó un sistema más estricto para detectar streams artificiales o manipulaciones por medio de bots o granjas de reproducciones, depurando así aproximadamente un 7% de streams identificados como fraudulentos en 2022. Al eliminar esas reproducciones falsas del cálculo, se libera más dinero para los artistas legítimos y se desincentiva el intento de la trampa.
  • Limitación de streams por usuario ultra-activo
    Al parecer, Deezer impone un límite de conteo completo hasta X reproducciones por usuario al mes, tras el cual las reproducciones adicionales de ese mismo usuario cuentan menos (por ejemplo, cada stream extra podría contar solo como medio stream a efectos de pago). Esto está pensado para frenar abusos, pero implica que incluso un superfan legítimo que escucha muchísimo a su artista favorito puede generar rendimientos marginalmente decrecientes después del umbral.

Origen del modelo artist-centric

La noción de artist-centric proviene de la preocupación de las majors como UMG por ciertas preocupaciones en el ecosistema del streaming como el crecimiento de contenido no musical o de bajísima calidad subido solo para generar escuchas. UMG notó que simplemente migrar a user-centric no resolvía todos estos problemas e incluso podía perjudicar a ciertos colectivos como el hip hop.

Ellos optaron por una vía distinta, la de afinar el pro-rata en vez de reemplazarlo completamente, introduciendo criterios para destacar las reproducciones más “meritorias” y minimizar lo inorgánico. El modelo artist-centric no proviene de la nada sino que se apoya en conceptos previos (pago por usuario, control de calidad) pero busca una fórmula aceptable para la industria en su conjunto.

Deezer fue el primer laboratorio, pero es posible que otras plataformas como Spotify sigan pasos similares. De hecho, a fines de 2023 Spotify anunció que retiraría de monetización canciones con menos de 1.000 streams en periodos interanuales y tomaría medidas contra el ruido, movimientos en la misma línea de priorizar contenido con cierto umbral de relevancia.

Plataformas que utilizan el modelo artist-centric

Deezer es hasta ahora la pionera pública del modelo artist-centric, iniciándolo en Francia. Se espera que extienda esta modalidad a otros mercados si los resultados son positivos y obtiene el visto bueno de otros titulares de derechos.

Spotify no ha adoptado explícitamente el término, pero algunos de sus movimientos recientes van en la misma dirección y es muy probable que adopten un sistema parecido muy pronto, sobre todo con las últimas novedades respecto de la campaña anti-belicismo en redes.

También es importante mencionar que el modelo artist-centric no está estandarizado. UMG ha dicho que no pretende imponer un método único, sino que cada DSP (servicio digital) podría aplicar principios centrados en el artista de forma distinta, generando mayor competencia entre las plataformas y los modelos de negocios de los propios artistas.

Conclusiones

Como hemos podido ver, los cuatro modelos tienen sus pro y sus contras. No existe el modelo más perfecto ni el menos perfecto, simplemente que cuando entendemos esto como el negocio que es, algunos tienen que ganar y otros tienen que perder. Si nosotros fuéramos ejecutivos de una discográfica grande, estaríamos sin dudas creando y negociando fórmulas que beneficien a NUESTRA compañía y a nuestros artistas. De hecho, también entre ellos, los grandes, compiten para ver quién se queda con los mejores catálogos, los mejores acuerdos, etc.

Pretender caprichosamente que exista un modelo que beneficie a los artistas independientes es muy ilusorio, porque justamente acá la idea es tener una metodología o un sistema para que el artista crezca y pueda firmar grandes acuerdos con entidades que beneficien tu carrera musical. De ninguna manera tener un proyecto musical te va a traer comodidad y menos que menos ahora que tenemos a la inteligencia artificial pisándonos los talones, lo cual presenta más y más desafíos todos los días.


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